Se aprobó la ley de mi autoría que instituye el 4 de diciembre como el Día de la Persona Trasplantada.
Este es un reconocimiento a quienes atravesaron un trasplante y también una invitación a reflexionar sobre la importancia de la donación de órganos, un acto de amor que salva vidas.
Donar es dar vida.
Hoy damos un paso más hacia una Ciudad más solidaria, más consciente y profundamente humana.